PARKINSON
Parkinson |
ENFERMEDAD DE PARKINSON
La enfermedad de Parkinson fue descrita por primera vez en 1817 por James Parkinson. En este artículo te voy a hablar sobre las causas del parkinson y sobre la dieta que debe tener un paciente con enfermedad de parkinson.
CAUSA del PARKINSON
Su etiologia (CAUSA) es desconocida. Su evolución suele ser lenta y progresiva hasta la incapacitaciónde la persona que la padece. Suele aparecer entre los 40 y 70 años. En la enfermedad de Parkinson hay una degeneración progresiva de las neuronas pigmentadas sobre todo de la sustancia negra del mesencéfalo.
Hay pérdida de dopamina consecuencia de alteraciones en la vía dopaminérgica nigroestriatal. Existen unas manifestaciones clínicas en la enfermedad de Parkinson que no necesariamente van asociadas. Las más frecuentes son:
Rigidez debida a una contracción simultánea de músculos agonistas y antagonistas que puede afectar todas las estructuras musculares, incluso, los músculos gastrointestinales y los respiratorios.
Acinesia o hipoacinesia que se caracteriza por la desaparición total o parcial de los movimientos espontáneos y automáticos.
Trastornos posturales.
Temblor en reposo que suele empezar en la mano (en el 40% de los casos).
Hay otros síntomas como estados depresivos en una fase temprana de la enfermedad o cambios emocionales como inseguridad,
dependencia, pérdida de motivación, pesimismo.
Algunos pacientes presentan dificultad para masticar y tragar y cambios en la dicción. A menudo, aparecen problemas de estreñimiento. En este momento no se conoce ningún tratamiento para curar la enfermedad de Parkinson aunque existen soluciones para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.
La dieta en la Enfermedad de PARKINSON
No existe una dieta específica para el Parkinson aunque el paciente puede mejorar su calidad de vida con una alimentación adecuada a todas las situaciones y síntomas que se plantean en el transcurso de la enfermedad por una parte y a su tratamiento por la otra. Los objetivos de la dieta son:
— Conseguir un buen estado nutricional.
— Intentar controlar los efectos secundarios del medicamento (LEVODOPA)
Estado Nutricional del Paciente con PARKINSON
Una consecuencia muy habitual en los pacientes afectados de Parkinson es la inactividad física más o menos importante que junto con la inapetencia que algunos enfermos padecen puede potenciar la aparición de la osteoporosis. Otra complicación frecuente es el estreñimiento por falta de movilidad y la poca ingesta.
El estado nutricional puede empeorar cuando el paciente tiene dificultad para preparar e ingerir los alimentos o presenta problemas de masticación o deglución. Todo ello junto con el estado anímico, la edad avanzada de algunos y muchas veces la aparición de úlceras de decúbito hacen necesario un control dietético muy estricto para mantener un correcto estado nutricional.
Aporte de Nutrientes
Energía: adaptada a cada paciente dependiendo del peso y teniendo en cuenta que a veces sus necesidades están aumentadas debido a la rigidez de la musculatura respiratoria.
Glúcidos: normoglucídica potenciando los glúcidos complejos y ricos en fibra para tratar de mejorar el estreñimiento que a menudo va asociado a esta patología.
Lípidos: como en la dieta equilibrada las grasas serán en su mayoría de procedencia vegetal potenciando el aceite de oliva. Parece indicado en estos enfermos el consumo de omega-3.
Vitaminas y minerales: según las recomendaciones. Algunos estudios aconsejan un aporte alto en vitaminas E y C.
Proteínas: la dieta debe ser normoproteica.
Situaciones Especiales de la ENFERMEDAD DE PARKINSON
Estreñimiento: aumentar la fibra de la dieta. Si no es posible puede administrarse fibra en suplementos dietéticos. Paralelamente, es muy importante que el paciente ingiera entre 2 y 2.5 litros de agua al día.
Dificultad para masticar y deglutir alimentos sólidos: modificar la textura de los alimentos. Se probará con los triturados y en último caso los purés.
Dificultad para tragar los líquidos: existen productos espesantes para líquidos que pueden ayudar a estos pacientes. Muchos pacientes presentan un alto grado de discapacidad. En este caso utilizar utensilios que les faciliten el acto alimentario, así como una preparación de alimentos adecuada.
Es importante hacer un seguimiento del estado nutricional del paciente para evitar la desnutrición. Puede ser necesario en algunos
casos utilizar suplementos nutricionales.
DIETA con redistribución de proteínas
En la mayoría de pacientes tratados con levodopa los síntomas motores mejoran a corto plazo, pero con los años pierden eficacia con la agravación del síndrome «on-off» llamado así porque los afectados pueden pasar de una incapacidad importante a una rápida mejoría en su función motora en pocos minutos. Los períodos «on» corresponden a un estado de mejoría mientras que los «off» suponen un empeoramiento.
Cuando llega esta situación, un cambio en la distribución de las proteínas puede ser beneficioso para mejorar el estado clínico durante el día, ya que, niveles plasmáticos elevados de aminoácidos (leucina, isoleucina, tirosina, fenilalanina, triptófano, y valina) consecuencia de una dieta rica en proteínas, compiten con la levodopa en el sistema de transporte en el cerebro disminuyendo
la eficacia terapéutica del fármaco.
Se trata, pues, de aconsejar una dieta equilibrada adaptada a cada paciente, pero con una distribución proteica que permita una mayor eficacia de la levodopa. Se recomienda una restricción severa de proteínas durante el día (menos de 10 g) . A partir de la cena el paciente debe tomar las proteínas restantes de la dieta.
A la práctica, se recomienda hacer un desayuno y comida sobre todo a base de frutas y verdura, así como, algunos feculentos muy bajos en proteínas (harina de maíz, tapioca) azúcar y aceite o margarina y, a partir de la cena se incluyen todos los demás alimentos: carne, pescado, lácteos, legumbres.
Estas modificaciones implican un cambio de hábitos que muchos pacientes no son capaces de adquirir con el peligro de deterioro del estado nutricional. Es imprescindible realizar un control minucioso para poder ir readaptando la dieta. A menudo, es necesario dar suplementos, ya que el paciente no tiene apetito por la noche.
BIBLIOGRAFÍA
Cervera, P., Clapes, J. and Rigolfas, R., 2004. Alimentación̤ Y Dietoterapia: Nutrición̤ Aplicada En La Salud Y La Enfermedad (4A. Ed.). España: McGraw-Hill.